domingo, 29 de septiembre de 2013

Cartas cruzadas


Sinopsis:
Ed Kennedy es un chico cualquiera en un suburbio cualquiera de una gran ciudad. Vive en un apartamento maltrecho en compañía de su perro y se gana la vida como taxista. Le acompaña una pandilla de amigos, con quien juega a las cartas y charla, sin prestar verdadera atención a sus problemas. Hasta que un buen día Ed, casi por casualidad, consigue evitar un robo en un banco, y a partir de entonces empieza a recibir unas cartas de juego que contienen mensajes cifrados.
Guiándose por su instinto e inteligencia, Ed va descubriendo que las cartas le llevan a cumplir con la misión de devolver el bienestar a quien, por una u otra razón, lo ha perdido. Empieza por ayudar a completos desconocidos –una esposa maltratada por su marido, una anciana que quiere seguir amando al marido que perdió hace muchos años, un cura que busca público para sus sermones, una familia de inmigrantes que quiere celebrar la Navidad y no dispone de dinero para hacerlo… –pero poco a poco su misión le llevará a acercarse a sus amigos, a conocerlos a fondo, a descubrir que en el ánimo de esos chicos que se esconden detrás de una lata de cerveza hay secretos y deseos que él no conocía, y que incluso es posible comprender el miedo al amor que muestra la mujer de sus sueños.

Opinión:
Veamos, obligada por mi padre, que opina que gasto demasiado en comprar libros, me he leído esto en versión ebook. Tal como imaginaba, los libros pierden muchísimo metidos dentro de una pantalla. Leerlos es más confuso (nunca sabes si la versión está bien del todo), más pesado (no puedes mirar cuantas páginas te quedan para el próximo capítulo) y más feo (no puedes añadirlos como una pieza más de tu colección en la estantería al terminarlos). No obstante, los ebooks no son horribles del todo, tienen una cosa buena. Una cosa maravillosa, diría yo, genial, fantástica, algo que contrarresta todo lo terrible que tienen. Y es que puedes apoyar el ebook a un lado de la cama, tumbarte sobre un costado y leer casi en la misma cómoda posición en la que duermes.
Podrá parecer una tontería pero para mí es un regalo divino. Recuerdo cuando era pequeña y trataba de recostarme para leer, pero acababa perdiendo la página y desesperándome. Este avance con los ebooks es muy a tener en cuenta. Por eso no puedo decir que los odie del todo.
En este caso, el libro empezó bastante bien. Entretenido, interesante y con una redacción bastante decente. Markus Zusak escribe de forma fluida, aunque a la vez se mete de lleno en los sentimientos de sus personajes. A ratos daba la sensación de que el protagonista se estaba tomando a risa una situación muy seria, aunque fueron pocos y tampoco debería tenerlo muy en cuenta.
Cogí alguna cita al principio, pero luego dejé de hacerlo, y es que el libro tiene la misma calidad en todos sus renglones. Ninguna frase a destacar, aunque también tiene mérito mantener un buen nivel de forma continua.
<<Mientras espero, saco del bolsillo un pedazo de chicle olvidado y me lo llevo a la boca. Sabe a náusea, a miedo. (…) El silencio se acerca entonces un poco más. Me perfora. / Y ocurre. / La violencia se entromete. Clava sus garras en todo lo que encuentra a su paso y lo desgarra. Todo se desmorona y me detesto por haber esperado tanto tiempo para poner fin a esto. (…) Un odio intenso crece y estalla en mi interior. Despedaza mi espíritu y lo obliga a arrodillarse a mi lado. Tose y se ahoga al tiempo que el odio hacia mí mismo se hace insoportable.>>
Tampoco estuve de acuerdo con alguna de las soluciones que le dio a los problemas, como por ejemplo, cuando Ed Kennedy zurró pero bien al chaval que peleaba con su hermano, recibiendo por consiguiente la merecida paliza del hermano mayor del chico. Creo que se podría haber arreglado de otra manera. Sentí pena hacia el chico al que Ed pegaba, aunque fuese con buena intención.
En el tercer naipe, no se explica una de las tres historias. Al menos yo no la recuerdo. Puede que sí se explique y en ese momento estuviese leyendo medio dormida, o perdida en mis mundos. Puede que sí se explique y me la saltase sin querer. Puede que sí se explique y mi mediocre versión ebook se la comiese (lo que me enfadaría bastante). O puede que simplemente no esté. No tengo ni idea.
Ahora voy a opinar sobre el final del libro, y creo que podría resumirlo en ¡¿Qué narices?!
Mis teorías sobre lo que Zusak había cenado antes de escribir ese final podrían ser ofensivas. Había tantas maneras de terminar un libro como este, al que habría calificado de bueno... Pero no. Escribió eso. Esa locura psicodélica y con un sentido que (al menos yo) no alcanzo a encontrar. Nos mató a todos. A todos los que íbamos a opinar sobre el libro.
Creo que por culpa de las últimas diez páginas, el libro es incomprensible. Y es una pena, porque no querría que fuese incomprensible. Estuvo bien. Pero ese final...
¿Por qué un chaval de veinte años se interesaría por un taxista y decidiría asesinar a un hombre adulto, involucrar a doce personas en un plan estúpido, atracar un banco, entrar en la cárcel, fingir una historia enrevesadísima, recogerlo todo en una carpeta y luego explicarle al chico que todo era para que empezase a ser consciente de lo que quería hacer con su vida? ¿Es todo esto una enorme y retorcida metáfora que yo no llego a comprender?
Markus Zusak, explícamelo, estoy perdida.   
                  
Y sorprendentemente, le doy de nota un 8, sí, un 8, porque es tan especial y diferente a todo lo que he leído antes... Si mi opinión ha despertado vuestra curiosidad, leedlo, de verdad, aunque solo sea para intentar encontrarle un sentido. 

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Es genial, por fin!!! Una entrada después de seis meses de anonimato total... Menos mal. Ya teníamos ganas de que volvieses a publicar algo, y además una reseña como esta... Desde luego, odio esos buenos que se acaban jorobando por un final muy... plof. Ojalá sigas publicando reseñas, que se te da muy bien escribir.

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