sábado, 24 de noviembre de 2012

El laberinto de los libros secretos


Sinopsis:
Mientras la joven pintora norteamericana Jacqueline Morceau expone en París, presencia cómo un desconocido se quita la vida en el sagrario de Notre-Dame. Acusada de asesinato, perseguida por el comisario Genesse y guiada por extraños personajes —un vagabundo con olor a cerveza y jazmín, un caballero con un búho en el hombro, alguien casi ciego que parece conocer muchas cosas…—, Jacqueline recorrerá un laberinto que la llevará hasta los rincones más recónditos de París. 
 ¿Qué misterio rodea las tumbas de los célebres personajes enterrados en el cementerio de Père Lachaise? ¿Qué une las almas de Jim Morrison, Chopin, Oscar Wilde, María Callas, Juliano el Apóstata, María Walewska, Allan Kardec, Catalina de Médicis y las oscuras profecías de Nostradamus? Un enigma preservado en dos libros antiguos y cuya única clave es precisamente Jacqueline. 

Opinión:
 Empezar, empezaré por lo primero. Y lo primero, cómo no, es siempre el título, ¿qué hay antes del título? Es lo que lees de un libro a primer golpe de vista. Y en este caso el título es malo, malo y malo. Rebuscado. Tonto. Sin sentido. Y con un pequeño toque infantil que no ayuda en absoluto. 
Por suerte, la portada, un popurrí de cosas que logra captar tu atención, ya sea por las tumbas, el color o la cara de Jim Morrison mirando hacia el frente, consigue restarle importancia al título y sostener así la novela.  
Yo decidí darle una oportunidad, precisamente, por la portada y pequeños fragmentos que ojeé pasando las páginas del libro. Luego, al llegar a casa y meterme a buscar reseñas, me desilusioné un poco al encontrar baja la opinión general. 
A pesar de los distintos puntos de vista, tanto los que lo ponen bien como los que lo ponen fatal, en todas encontré la palabra "caótico". 
Tal vez se deba al hecho de que lo escriben dos personas, y aunque no se note demasiado, en el principio de la novela hay capítulos desastrosos y otros en los que es más bien normal. 
Tantas ideas escupidas sobre el papel a un mismo tiempo, sin orden ni sentido, confunden al lector enormemente. Aunque, hay que dedir que, cuando las frases son buenas, yo realmente opino que es mejor así, que es la esencia del libro, que es interesante enredarse en las palabras para sentir así la indecisión y la maraña de emociones de los protagonistas. El problema es que no siempre son buenas. Entonces el libro cae y te preguntas "¿Quién es el loco que ha publicado esto?". 
A eso de la mitad del libro, ya dentro de la historia, la novela recupera de repente y deja de ser "caótica" para presentar una estructura más o menos organizada. 
Pero, por desgracia, llegando al final todo vuelve a liarse.
Otro punto a destacar es la traducción. Sí, es una traducción malísima, sí, es una traducción peor que malísima pero, de todos modos, tampoco hay muchas más faltas de ortografía que en la primera entrega de Los Juegos Del Hambre, que recuerdo, ha causado una auténtica fiebre de fans mitómanos. 
Y luego, debo decir que me aburrí un poco cuando empezaron a narrar interminables historias sobre el pasado de los Morceau, sobre Catalina de Médicis etc. Se hace muy largo. Los capítulos de Jacqueline, sin embargo, son bastante interesantes y fluidos, y los de Jim Morrison, a pesar de ser bastante extraños, también consiguen tenerte intrigado. 
Para finalizar, cuando en las últimas páginas empieza a explicarse todo resulta un poco inverosímil y escrito a prisa. Contado de forma literal. 

Le pondré un 6'5 de 10. Si os interesan las vidas de los famosos personajes mencionados en la novela, es posible que soportéis leerlo e incluso os entretenga. Si no, no creo que os vaya a gustar especialmente.
 

3 comentarios:

  1. Pues qué pena, porque la idea general parece buena...
    Saludos!!

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  2. Ah, que pena... por cierto, a mi el título no me parece tan malo. Además, muchas veces engañan... como en "memorias de una vaca", que no es en absoluto infantil xD
    de todas maneras, me ha encantado la reseña

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    Respuestas
    1. Jaja gracias. No sé, es que todo el libro prometía tanto... ese título dejaba mucho que desear, sin embargo.

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